martes, 15 de julio de 2014

ORACIÓN EN UNIDAD

Te ofrezco varios textos que nos ayuden
para que la pongamos en práctica más concretamente y mejor:
UNANIMIDAD EN ORAR
[Nadie se reúne con otros para rezar] "fiándose de su virtud, sino de la comunidad y del acuerdo, que Dios tiene siempre en máxima consideración y por el que se conmueve y aplaca. "Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre -ha dicho [Jesús]-, allí estoy Yo en medio de ellos"… Lo que en realidad uno no puede obtener rezando solo, lo obtendrá rezando juntamente con la comunidad. ¿Por qué? Porque si la virtud propia no tiene una gran fuerza, la tiene, sin embargo, la unanimidad: "Donde dos o tres están reunidos…"
SAN JUAN CRISÓSTOMO, Homilía sobre la II carta a los Tesalonicenses


CONDICIONES DEBIDAS PARA OBTENER
         "…¿cómo es, pues, que no consiguen todo lo que piden? Porque hay muchas causas que les impiden conseguirlo. En primer lugar, muchas veces piden cosas inconvenientes… Otros no están a la altura [de pedir]… Jesús, en efecto, busca a los que son semejantes a los Apóstoles mismos. De ahí que diga: "Si dos o
más de entre vosotros", es decir, de entre los que practican la virtud, de los que llevan vida verdaderamente evangélica... Otros, en fin, piden misericordia sin arrepentirse de sus pecados…
         Mas si se dan todas las condiciones debidas: pedir lo que conviene, hacer todo lo que está de tu parte, llevar vida apostólica, tener la unidad de pensamiento y el amor con tu prójimo, no hay duda que alcanzarás lo que pidieres, pues misericordioso es el Señor"
SAN JUAN CRISÓSTOMO, Homilías sobre San Mateo


ORAR CON HUMILDAD 
         "…nos creamos indignos de conseguir lo que deseamos y, por eso, nos unamos con otros que tengan el mismo modo de pensar y de sentir. En realidad quien pide y obtiene solo, a menudo se ensoberbece; en cambio se contiene dentro de los límites de la humildad, si son varios quienes piden y obtienen"

ANASTASIO EL SINAÍTA




ORACIÓN COMUNITARIA: “CONSENSERINT”

Existe un modo de oración comunitaria, llamada “consenserint… El término viene de la cita: “Os digo también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir cualquier cosa, mi Padre del cielo se la concederá. Pues donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo, en medio de ellos” (Mt 18, 19-20).
Como nosotros hacíamos era:
  • alguien ‘dirige’ la oración (se va turnando, o según parezca) e inicia la oración con frases cortas.
  • el resto del grupo va repitiendo alternativamente esas palabras de quien dirige.
  • se tienen en cuenta las intenciones particulares del grupo, de la Iglesia… puede dejarse un espacio para que quien lo desee lo haga en alto…
Una idea que siempre me impresionaba, y que solía terminar la oración, era: “Te pedimos por lo que Tú mismo pedirías al Padre”. Tenía la fuerza de quien quiere hacer su oración junto al mismo Jesús, de su parte…

Esta forma de oración me suscitaba la convicción de que no éramos sólo nosotros quienes rezábamos por una intención concreta, sino que toda la Iglesia lo hacía a la vez.



ORACIÓN QUE DIRIJAMOS JUNTOS A DIOS
“…pueden dar frutos solamente cuando los cristianos viven y trabajan juntos en armonía. De esta manera será más fácil contribuir en la construcción de relaciones de respeto y pacífica convivencia...
La unidad, a la que anhelamos sinceramente, es un don que viene de lo alto y que se funda en nuestra comunión de amor con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Cristo
mismo prometió: «donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos» (Mt 18, 20). Caminemos… hacia la unidad, unidos fraternalmente en la caridad y teniendo como punto de referencia constante a Jesucristo, nuestro hermano mayor... Que el Padre misericordioso escuche y acoja las oraciones que le dirigimos juntos. Depositemos nuestras esperanzas en Él, «que en todo tiene poder para hacer mucho más de cuanto podamos pedir o concebir» (cf. Ef 3, 20).”
PAPA FRANCISCO, DISCURSO AL PRIMADO DE LA COMUNIÓN ANGLICANA
Viernes 14 de junio de 2013


 NO INDIVIDUALISMO, SINO UNIDAD
          "...¿cómo se puede despreciar la reunión de la Iglesia y afirmar que las oraciones de los individuos se han de anteponer a las de la venerable asamblea, si el Señor promete estar presente en medio de dos o tres reunidos y concederles todo lo que pidan?". Dios no aprecia, por tanto, el individualismo, sino la unidad.

SAN PEDRO CRISÓLOGO, Sermón 132

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